SEO (Search Engine Optimization)
SEO son las siglas en inglés de Search Engine Optimization (optimización para motores de búsqueda). La Wikipedia lo define como «el proceso de mejorar la visibilidad de un sitio web en los resultados orgánicos de los diferentes buscadores».
Es muy importante tener claro que el SEO se refiere a los resultados orgánicos, esto es, no pagados. A la opción complementaria (pagar un coste por clic para ocupar los primeros lugares para una búsqueda determinada) se le conoce como SEM o Search Engine Marketing. Por poner una metáfora, el SEO se parece a buscar un buen aparcamiento gratuito al lado del sitio donde tienes que ir, mientras que el SEM sería el equivalente a pagar por un parking.
Como ocurre con casi todas las disciplinas del marketing online, el SEO ha evolucionado mucho a lo largo de los años. En sus orígenes, las técnicas de posicionamiento web eran muy primitivas y se basaban mucho en repetir algunas palabras clave concretas, mientras que ahora se prima muchísimo más la experiencia de usuario.
A grandes rasgos, existen dos factores básicos que definen el posicionamiento de una página: la relevancia y la autoridad.
- La relevancia en el posicionamiento web
La relevancia de una página web se puede definir como su correspondencia con una determinada búsqueda, esto es, cuán bien responde a la duda o petición formulada por el usuario. El objetivo de Google y otros motores de búsqueda es dar el mejor servicio posible a los usuarios ofreciéndoles páginas que les resulten relevantes.
Para controlar este factor, usamos las técnicas de SEO on site, dedicadas a mejorar nuestra propia página web. Su objetivo es hacer que los motores de búsqueda entiendan cuál es su contenido y cómo se relaciona con las búsquedas de los usuarios. Para ello, se usan técnicas como la optimización de palabras clave y URL, la reducción del tiempo de carga, la mejora en la experiencia de usuario, etc.
- 2) La autoridad y el SEO
En segundo lugar tenemos la autoridad, que podemos definir como la popularidad de una web. Cuantos más «votos» reciba una web a través de enlaces, mejor será considerada por los buscadores.
Para mejorar la autoridad de una web se usan técnicas de SEO off site, que se centran en factores externos a la propia web. Lo que se busca es mejorar los parámetros que definen la popularidad de una web de cara a los buscadores: enlaces a la página web, presencia en las redes sociales, menciones en medios, cuántos usuarios hacen clic en nuestra web cuando aparece en sus resultados de búsqueda, etc.
Por último, cabe mencionar que también podemos distinguir entre White Hat SEO, que es aquel que se basa en las prácticas recomendadas por los propios buscadores, y el Black Hat SEO, que busca aprovechar los «huecos» para manipular los resultados rápidamente. Aunque a veces puede conseguir resultados a corto plazo, a largo plazo el Black Hat nunca merece la pena.
¿Cuáles son los orígenes del SEO?
Aunque hoy en día nos parece absolutamente imprescindible, lo cierto es que Google no hizo su aparición hasta el año 96 e incluso hoy en día hay países del mundo donde no es especialmente popular. Los orígenes de este tipo de herramientas, llamadas motores de búsqueda, se remontan a principios de los 90, cuando comenzó el auge de las páginas web.
Casi todas las páginas web tienen en común un mismo objetivo: atraer tráfico de calidad. Los motores de búsqueda son una de las maneras más efectivas de traer visitantes potencialmente interesados en el tema de la web en cuestión. Los webmasters se dieron cuenta de ello y empezaron a competir entre sí por posicionar más alto en los buscadores. El SEO Search Engine Optimization había nacido.